Un joven de 24 años permanece en estado crítico tras ser rociado con combustible y prendido fuego debajo de un puente en la zona norte de Rosario, un episodio que vuelve a exponer la violencia extrema que atraviesa los territorios más vulnerados. El ataque, que dejó a la víctima con más del 70% del cuerpo quemado, abre un nuevo interrogante sobre la ausencia estatal en contextos atravesados por la precariedad, la exclusión y la circulación del delito.
Los presuntos agresores, ya detenidos, habrían intentado atacar inicialmente al hermano del joven por un supuesto robo ocurrido días atrás. La brutalidad del hecho evidencia cómo la desigualdad y la falta de políticas de cuidado generan escenarios donde la justicia por mano propia se presenta como respuesta, profundizando aún más la crisis social que golpea a los barrios.